Habla
Pepesito Reyes

Pablo Larraguibel

Otros especiales

 

Aunque luzca increíble, inclusive después del fenómeno Buena Vista Social Club, que sacó del olvido a varios músicos de lo que ya se consideraba el pasado lejano, la discográfica Virgin acaba de publicar el primer disco del pianista Pepesito Reyes, histórico músico cubano de 84 años.
José Reyes Núñez nació en Los Sitios, en La Habana en 1916. A lo largo de su extensa carrera trabajó con una larga lista de músicos. Con Joseíto Fernández lo hizo por más de 17 años y se le atribuye la composición del fraseo del piano de la archiconocida guajira Guantanamera. Fue miembro fundador de Fajardo y sus Estrellas. También tocó con Arsenio Rodríguez y acompañó a Benny Moré en varios conciertos.
Después vivió en Nueva York durante diez años como pianista del Café Metrópolis donde conoció a Nat King Cole, Duke Ellington y al pianista Johnny Guarnieri, tocando con ellos eventualmente y logrando incorporar sonidos del jazz a su música. Tito Puente también contó en algunas oportunidades con Pepesito para llenar el puesto de pianista de su orquesta. En los sesenta regresa a Cuba y se radica en Palma Soriano, en Oriente, que es donde vive actualmente.
Anapapaya tuvo oportunidad de escuchar parte de su historia, en Madrid mientras daban los toques finales al disco, en una conversación donde también participó José Ramón de Virgin.
El pianista no paró de narrar situaciones y anécdotas vividas con numerosos músicos. Entre una década y otra. De un cuento a otro, a veces dejando inconcluso el anterior. De Fajardo a Benny. De Daniel Santos y Bobby Capó a Nat King Cole.
Pepesito cuenta:
 
  Tradicional  
Toqué mucho son con Arsenio, mucho danzón con las típicas, lo que quiero decir es que yo tocaba más que nada música cubana; me dediqué por entero a la orquesta típica

Helio Orovio [autor del Diccionario de la música cubana] no sabía que yo fui pianista de Joseíto Fernández durante 17 años. Él llegó a Palma Soriano hace como cuatro años y me lo dijo.

Antes del piano fue la guitarra. Inclusive, para identificar la música cubana, a principios de siglo ponían la guitarra arriba del piano. Yo interpreto que el piano es un instrumento dificilísimo porque se toca en dos claves. No como los demás instrumentos que se tocan en una sola. En piano hay que leer simultáneamente dos claves: sol y fa. Derecha e izquierda simultáneamente leyendo dos claves.

A Arturo Sandoval nunca lo conocí como pianista. Toda la vida destacó como trompetista. Es íntimo amigo de un hijo mío, pero jamás supe que tocaba el piano. Estoy sorprendido de que haya grabado un disco tocando al piano.

Yo siempre me he destacado en el piano tradicional. He tocado en orquestas de música cubana netamente. Toqué en dos o tres ocasiones con jazz bands, como por ejemplo en La Habana con la orquesta Happy Happy, con los hermanos Martínez, que era música americana... pero regularmente toqué mucho son con Arsenio, mucho danzón con las típicas, lo que quiero decir es que yo tocaba más que nada música cubana; me dediqué por entero a la orquesta típica.

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De cabaret en cabaret

 
Yo me fui de Arsenio no porque haya tenido un disgusto, sino porque pensé que con la Orquesta Ideal de Joseíto Valdés, un famoso flautista de La Habana que le disputaba a Arcaño la supremacía en la flauta, iba a ganar más dinero

Cuando yo empecé a tocar lo hacía en una casa de comida típica española que se llamaba El patio, con un grupo que tenía una mandolina, un bajo, un bongó, un cantante y yo en el piano. Pero como te decía, pasé por estas orquestas de música americana (la Happy Happy y los Martínez), orquestas típicas, Arsenio y todas las demás...

Cuando toqué con Arsenio estaba muy joven. Tendría yo veinte y pico de años. Arsenio también estaba joven en esa época. Yo me fui de Arsenio no porque haya tenido un disgusto, sino porque pensé que con la Orquesta Ideal de Joseíto Valdés, un famoso flautista de La Habana que le disputaba a Arcaño la supremacía en la flauta, iba a ganar más dinero. Pero no fue así, fue más o menos lo mismo. Y de cabaret en cabaret, Sansouci, Montmartre con Fajardo y sus Estrellas, en Tropicana, Habana Hilton, con Joseíto Fernández... iba haciendo mi carrera... Con la última orquesta que toqué en La Habana fue la de Pancho Bravo.
Y no era fácil. En los cuarenta, cuando tocabas en clubes, te ganabas cuatro pesos.

Después que salí de la orquesta Ideal, estuve tocando en cabaret pequeños. En el Sansoucí por ejemplo, a los músicos les daban diferentes salas pequeñas. En Montmartre se ganaban seis pesos y cincuenta y cuatro centavos. En Tropicana, ganabas 7,73 pesos. Y en Sansouci, que era el que quedaba más lejos, ganabas 8, 72. Pero tenías que coger la guagua y llegabas por la mañana a tu casa.

Trabajé una época como director musical de las distintas revistas extranjeras que se presentaban en Cuba.

Son tantas las cosas que he vivido, que ya ni sé qué decir y qué no.

.. Fajardo y Piazzola  
¡Sí señor! toqué con Piazzola.
Cuando fui a Nueva York me lo volví a encontrar e hicimos algunas actividades juntos

El primer país que visité con Fajardo fue Venezuela, que fue cuando conocí al maestro Astor Piazzola. Esto fue durante el gobierno de Pérez Jiménez, y, ¡sí señor! toqué con Piazzola.
Cuando fui a Nueva York me lo volví a encontrar e hicimos algunas actividades juntos. Una de las cosas que tocamos fue Concierto en Tangolandia, ¡Difícil!..

Lo de Caracas fue así. Estábamos ensayando en un club de las Fuerzas Armadas, con una ostentación increíble, con un reloj de oro cochano que, me decían, valía tres millones de dólares.
Ahí también ensayaba Piazzola y le dijeron que había llegado esta orquesta cubana.
Llegó el hombre a donde estábamos y le preguntó a Fajardo si le podía prestar al pianista que no sé qué le pasaba al de él. Viene Fajardo y me pregunta y yo le dije, "Bueno, vamos a probar a ver". Yo jamás había oído hablar de ese señor. Así que lo primero que me pone es una pieza, Tico Tico. Esa pieza que es rápida. Se me quedó viendo y me puso, Concierto en Tangolandia, más difícil todavía. "Bueno, vas a tocar conmigo esta noche" me dice. "Muy bien, pero tengo que hablarlo con Fajardo" le dije. "Mientras te voy a invitar a un trago", me dijo y mandó a buscar una botella de champagne y ahí nos tomamos unos tragos y se dieron esos conciertos.

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Inquieto de verdad

 
Con Daniel Santos y Bobby Capó, recorrí 22 estados de Estados Unidos.
Bobby Capó era bolerista y Daniel Santos, guarachero.
A mí ni me interesaba el público, aunque había lugares que eran malos

A Daniel Santos y Bobby Capó los conocí en La Habana. Daniel Santos era inquieto de verdad, loco, terrible. Se quedaba toda la noche... Bebía. Era amigo de todos los trasnochadores, hasta el jefe de la policía en Cuba, que todos temían, que se fajaba con cualquiera, era amigo de él.

Con Daniel Santos y Bobby Capó, recorrí 22 estados de Estados Unidos. Bobby Capó era bolerista y Daniel Santos, guarachero. Yo apenas hablaba inglés. A mí ni me interesaba el público, aunque había lugares que eran malos. Yo tocaba y me iba para el hotel.

Ahí conocí a Nat King Cole, Alterné con Tito Puente, El Gran Combo, Cortijo, con Machito, la mejor orquesta cubana de ahí. Después de diez años en Estados Unidos, me regresé para acá.

Empecé con Santos y Capó cuando estaba de gira con Fajardo. Se acercaron ellos, que me habían conocido en Cuba, y me dijeron que si quería acompañarlos en una gira. Y me fui.
Esa no fue la única vez que dejé a Fajardo plantado. Otra fue en Japón. Ahí lo dejé. Éramos buenos amigos pero no coincidíamos en el presupuesto. Estábamos en Japón y él quería pagarme con yenes. Sacó un saco de yenes, que eran como diez dólares. "No compadre", le dije, "yo vine contratado en dólares". Como insistió, agarré y me fui para Nueva York. Para esa gira tuvo que dejar la flauta y sentarse en el piano. Al poco tiempo fui a Río de Janeiro, y de ahí a Cuba con otras orquestas como Fantasía, Modelo, Graciano Gómez, Barbarito Diez.

En el grupo de Barbarito el tresero era Isaac Oviedo, el cantante, Barbarito, el bajista era de apellido Icinero, el bongosero era un tipo que era el chofer de la ruta 20 que iba hasta La Ceiba, y yo en el piano. Así, con este quinteto le tocábamos a los millonarios de Cuba todos los domingos en los clubes de El Vedado.
Después volví a la orquesta de Fajardo.

Yo viajé mucho. Con Fajardo, con la Gloria Matancera, que fue con la primera orquesta con que salí. Ahí me di cuenta que en Estados Unidos en esa época, los negros tenían que estar apartados.

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Joseíto Fernández

 
Nosotros usábamos trajes. Zapatos de dos tonos, Amadeo, una de las mejores marcas

Cuando empecé con Joseíto Fernández él no me quería mucho. Es que yo venía de los cabarets, donde había mucho malo; había que fajarse todos los días...
Después hasta me llegó a considerar como hermano menor.

Nosotros usábamos trajes. Zapatos de dos tonos, Amadeo, una de las mejores marcas. En esa época la gente iba a bailar muy bien vestida.

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Entre 6 y 8 pesos

 
Había una competencia brutal en esa época (la década de los 50).
Los directores de orquesta se peleaban a los mejores músicos.

Había una competencia brutal en esa época (la década de los 50). Los directores de orquesta se peleaban a los mejores músicos. Uno ofrecía 6 pesos, el otro 8 y así. No había guerra, pero se disputaban los músicos. Si no eras bueno, no te contrataban.

En 1960 yo estaba tocando con Pancho Bravo en La Habana y era director artístico de la orquesta. Ahí me enamore de la muchacha de Palma Soriano por la que me fui allá.

Había cantantes como Puntillita, Cascarita, Márquez, que eran jazzbaneros, es decir cantantes de orquestas que incorporaban sonidos de jazz. Estaban los cantantes de típica, Barbarito Diez, Mario Jiménez, Abelardo Barroso, ¡una pila de gente! El músico de jazzband se consideraba superior a las bandas de típica o son. Y los de típica superior a los de son.

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"A gozar otra vez"

 
Tantos años han pasado, y la juventud pasa, que aunque quieras recordar otras épocas, cuesta. Pero he gozado y ahora voy a empezar a gozar otra vez

Tantos años han pasado, y la juventud pasa, que aunque quieras recordar otras épocas, cuesta. Pero he gozado y ahora voy a empezar a gozar otra vez.

Anteriormente, hace muchos años, viviendo yo en La Habana, llegó un representante de una firma caraqueña para contratarme para un disco ¡de pasodobles! como si fuera yo español. Me lo pagó bien. Después hice uno de música americana, también. Pero, vaya, pasó el tiempo, de Francia me llamaron para grabar un disco hace como tres años. Hubo problemas, el disco no salió y me sentí engañado. Así que este disco es el primero. Está invitada esta cantante de flamenco, Estrella Morente, en una canción, Beatriz Márquez, cancionera muy reconocida en Cuba, está invitada en otra. El disco tiene danzones, guarachas, son, música internacional.

Escuchar el disco de Pepesito Reyes es un poco lo que Pepesito contó en esta conversación. Un paseo por su música, de sonido añejo y bueno. De un valiente que acepta retos, pero convencido de la música que le gusta, la tradicional, que es la que mejor interpreta. Así aparecen Beguin the Beguine y My Baby Just Care For Me, como temas "invitados". Acubanados, donde tal vez Pepesito no se siente del todo cómodo, cosa que sí ocurre en el resto del disco. Almendra, Escucha mi piano, El manisero, Los tamalitos de Olga, Descarga Pepesito... Un disco para conocer, o reconocer, a este aventurero y pianista cubano que muchos ya habían olvidado.