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Barbarito Torres
Havana Café
Atlantic, 1999
Puesto a la luz pública
gracias al fenómeno Buena Vista Social Club, Barbarito Torres
sigue sorprendiendo por su instrumento. Es que el cubano toca sones y
guajiras, con un laúd de versión cubana. Sin ser exactamente
una mezcla de sonidos barrocos o de tiempos más lejanos; Torres
lanza sus solos de laúd durante el disco, sin pedirle permiso a
nadie y con toda la gracia cubana. Además lidera una cruzada de
rescate de este instrumento que entró a Cuba con los españoles
durante la colonia y se siguió utilizando en la música guajira
cubana, como solista y como acompañante, aunque había dejado
de tener protagonismo.
Havana Café no tiene el mismo sonido añejo de sus
participaciones en los trabajos arriba nombrados. Se presenta un poco
más remozado, a pesar de utilizar un repertorio clásico
de la música popular cubana. Los coros y el cantante tratan de
ser sofisticados pero trasquilan o patinan en su búsqueda porque
pierden uno de los atributos más logrados de estos géneros:
el sabor y el desenfado.
Barbarito Torres, es uno de los músicos más ocupados de
la actualidad cubana, toca misteriosamente su laúd, sin tratar
de sustituir al tres cubano. Por el contrario, mantiene en su conjunto
ambos sonidos, logrando, con sus juegos de cuerdas, algo realmente interesante.
El CD comienza con unos coros sin fuerza, pero a partir de la cuarta pieza
toma otro brío, porque Barbarito invita a varios veteranos de la
música cubana como el nuevamente conocido Pío Leyva de ochenta
y dos años, alguna vez cantante emblemático de la Orquesta
Riverside.
Ibrahim Ferrer también interviene en este CD con la famosa guajira
El amor de mi bohío. En esta pieza, el arreglo de cuerdas
se las trae, y el solo de laúd de Barbarito, mezclándose
con la trompeta de, otro famoso y tremendo músico cubano de la
actualidad, Guajiro Mirabal, es una travesura que vale la pena disfrutar.
Ferrer también canta el bolero Pensando en ti donde el sublime
feeling generado por los labios del Guajiro Mirabal recuerda al mítico
trompetista Félix Chapottín.
Omara Portuondo, de 69 años, la guarachera más promocionada
de la etapa revolucionaria, canta la infaltable Lágrimas negras.
Aquí aparecen nuevamente, solos de laúd y trompeta de los
respectivos virtuosos antes mencionados.
Conchita Torres, hermana de Barbarito, se luce entre tantos veteranos
cuando canta el danzón-cha Yo no sé, acompañada
por dos glorias cubanas en pie: el flautista que sirvió de imagen
de la Orquesta Aragón, Richard Egües de 77 años,
y el pianista de jazz latino, Frank Emilio Flynn. Frank Emilio, durante
mucho tiempo dirigió el importante Grupo Cubano de Música
Moderna, con los más destacados personajes de la música
cubana que se quedaron en la isla después de la revolución.
Xariell Sarabia, a n a p a p a y a . c
o m
Barbarito Torres
Havana Café
Atlantic 83183-2, 1999
Producido por Barbarito Torres
y Charlie Dos Santos
Barbarito Torres: Laúd, guitarra acústica
Víctor Villa: Voz, contrabajo, coros
Conchita Torres: Voz, coros
Nilso Arias: Voz, guitarra, coros
Onelio Arias: Tres
Pedro Vargas Oliva: Timbales, tumbadora, bongó, güiro, maracas,
clave, cajón, tumba
Sonia Pérez Cassola: Coros
Músicos invitados
Ibrahim Ferrer. Voz
Omara Portuondo: Voz
Pio Leyva: Voz
Frank Emilio Flynn: Piano
Luis El Guajiro Mirabal: Trompeta
Richard Egües: Flauta
Tomás El Panga Ramos: Tumbadora
Temas: Hijo del siboney; La
calabaza; Sarandonga; Corazón de chivo; El amor de mi bohío;
Lágrimas negras; Pensando en ti; Yo no sé; Sublime ilusión;
Camina pa'lo chapiao; Cangrejo no tiene na'; Los celos de mi compay; Allá
voy; El tren (pico y pala)
Arreglos de Barbarito Torres
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