Luis Moreno
cronista del jazz mestizo

Pablo Larraguibel

Otros especiales

 

Desde 1999, internet cuenta con un foro dedicado a la discusión e información sobre el jazz latino (Latin Jazz Discussion List). Desde mayo de 2001, se le suma un segundo foro, Jazz Mestizo. En ambas iniciativas aparece la mano de Luis Moreno, un apasionado del jazz latino que desde la frontera sur de Estados Unidos, además de ser moderador de estas listas, lanza Jazzbuffalo, un programa de radio en Internet desde donde emite lo más destacado de la música que le quita el sueño.  
  Tus padres son mexicanos, pero naciste en Estados Unidos. Eres perfectamente bilingüe, por lo que puedes apreciar los colores desde ambos lados. ¿Cómo sientes la integración de un latino a la cultura norteamericana y cómo se crean maneras y lugares de intercambio y encuentro entre recién llegados y los naturales del lugar?  
La integración de los latinos a la cultura norteamericana es tan multifacética que creo que resulta imposible generalizar. Imagínate cuán distintas son la llegada de un marielito a Miami, un salvadoreño a Los Ángeles o un argentino a Nueva York.

Nací en México pero me crié en Texas desde los tres años. En casa siempre se habló español pero en la escuela estaba prohibido. Fue la salvación. De lo contrario hubiera ganado la tele y sólo hablaríamos inglés. Era como un arma el poder hacer algo prohibido, que además no costaba nada y era más fácil que el sexo. Cuando nos ponían a cantar “Pop Goes The Weasel” entonábamos “Papas con chorizo” si se trataba de cantar “Michael Rowed The Boat Ashore” el coro disparaba “Mike ya se emborracho.” Haz de cuenta lo que hizo Irakere con “Stella By Starlight” – Estela va a estallar.

Mis padres siempre se sintieron en Estados Unidos como en casa ajena. Ahora visito México con mis hijos y ellos se incomodan. Creo que la generación más bilingüe es la del medio. La primera retiene su primer idioma y para la tercera se pierde en gran parte. El activismo de los chicanos, en parte, era contra esta corriente. Era una lucha por retener las raíces. Pero resulta un poco como resistirse a la muerte. Mientras que el lenguaje de la escuela y los medios masivos y burocráticos sea el inglés tarde o temprano habrá que rendirse. Además el inglés también tiene lo suyo. Tiene una seducción propia que va mas allá de ser algo impuesto. El jaloneo entre las dos lenguas crea resacas de algo regional y bello. Introduce palabras como “watchar”, “parkearse” y la “wifa”. Abominaciones para nuestros padres pero que en boca de nuestros hijos se vuelven simpáticas.
Al cruzar el Río Grande (Río Bravo en México), yo quedé como Paco de Lucía: Entre dos aguas.

La integración de los latinos a la cultura norteamericana es tan multifacética que creo que resulta imposible generalizar. Imagínate cuán distintas son la llegada de un marielito a Miami, un salvadoreño a Los Ángeles o un argentino a Nueva York. Estados Unidos es un país con grandes logros de integración y tolerancia. Lo digo sin ironía. Sin embargo creo que es donde se siente más aguda la discriminación basada en la clase social. Lo que conozco y he vivido es la experiencia del mexicano en la frontera sur de Estados Unidos. Es un caso de inmigración muy especial ya que la comunidad nunca deja de nutrirse de la patria chica. Para ello, el idioma español es como el cordón umbilical.
Nosotros los chicanos cometimos un error ideológico en nuestra época de activismo. Cansados de ser criticados tanto por nuestras deficiencias en inglés como en español, defendimos nuestra pobreza lingüística como un dialecto tan válido como cualquier otro. Tal vez. Lo malo fue que abrigados con ese consuelo nos dormimos. Nos faltó ver que hasta los españoles tienen necesidad de estudiarlo formalmente. No basta con tener una herencia oral. Esto se refleja en la música. Yo creo que explica la pobreza de las letras de muchos grupos latinos en Estados Unidos. Imagínate la brecha que existe entre “Báilalo mama, suavecito, como me gusta a mi” y el derroche de poesía callejera y chiflazón con el idioma de una timba cubana. En términos musicales pueden estar muy parejos pero en Estados Unidos la lengua española hay que ponerla a hacer ejercicio… ¡Hay que soltarla! A los jóvenes les entretiene jugar con el idioma. Hay que presentarles el español como a quien se le regala un balón de fútbol. Que se pongan a darle de patadas para que desarrollen agilidad, doble sentido, fluidez, creatividad. Para esto, ¿qué mejor que la música?

  La música, de hecho ha creado lugares de encuentro y uno de esos es el jazz latino. ¿Cómo te interesaste en el jazz latino?  
Para mí son tres o cuatro los discos inolvidables de ese enamoramiento: Blowin’, Nueva Visión y Dos de Emiliano Salvador pero sobre todo el disco doble en Columbia de Irakere, que me hizo pasar buenos ratos

En México existe una larga historia de lo que acá en Estados Unidos se conoce como música tropical. Mi madre era fanática de la Sonora Matancera y de Pérez Prado. Además era una admirable bailadora que igual bailaba un son jalisciense que un mambo, danzón o cha cha chá.
Cuando yo me arreglaba para ir a la escuela, todavía oscura la mañana, ya estaba el radio a todo vuelo. Leche con café (si es que prendía la condenada estufa de petróleo), un mollete y los éxitos de Mike Laure.

De adolescente caí como muchos en el vicio del rock. En mi época estaba de moda el fussion y así me fui interesando por grupos como Mahavishu Orchestra, Stanley Clarke, Return To Forever, Weather Report, Romantic Warrior etc. El jazz fue para mí la clínica de methodone que me ayudo a dejar el vicio. Como los grupos que ya mencione tenían una subcorriente percusiva muy fuerte me fui interesando cada vez mas por el jazz latino. Para entonces Gato Barbieri traía una propuesta fuerte.
Me identifico con Fernando Trueba cuando declara que se enamoro del jazz latino gracias a que Nat Chediak le regalo el disco Blowin’ de Paquito D’Rivera. Fue durante esta misma época que yo me andaba enganchando. Para mí son tres o cuatro los discos inolvidables de ese enamoramiento: Blowin’, Nueva Visión y Dos de Emiliano Salvador pero sobre todo el disco doble en Columbia de Irakere, que me hizo pasar buenos ratos.

 
  Eres fundador del foro Latin Jazz Discussion List. Tiene ya casi 400 inscritos de los cuales la mayoría son english speakers y no muchos entienden castellano, cómo explicas el interés de los sajones en el Latin jazz?  
Los ritmos latinos en el jazz son como el desborde del río Nilo. Con precisión rítmica abonan ambos lados: el del jazz bailable y también el del jazz experimental

La improvisación y la experimentación son dos marcadores genéticos del jazz. Precisamente por ser esos sus valores inescapables, periódicamente se hunde o se estanca.
No indica que el jazz goce de mala salud. Es natural porque es como la inquietud de un niño travieso. Cuando esto ocurre, y esto ya se ha repetido históricamente con regularidad cíclica, el jazz latino viene y lo levanta, le sacude las rodillas y lo echa a gatear de nuevo. Los ritmos latinos en el jazz son como el desborde del río Nilo. Con precisión rítmica abonan ambos lados: el del jazz bailable y también el del jazz experimental.

El interés de los sajones o del mismo jazz en lo latino también tiene una larga historia. Sin embargo vale la pena señalar que ha pasado de ser un coqueteo. Los sajones que hoy se interesan por el jazz latino lo hacen con un nivel de profundización mayor que en épocas pasadas. Pienso en un Chris Washburne, o en un Wayne Wallace, o en Jane Bunnett. Creo que mucho tuvo que ver con esto la década de los ochenta. Fue una década de explosión para el jazz latino sin precedente. Sin precedente porque no fue a raíz de un dance craze. Fue más bien el resultado de dos bandas, que aunque estilísticamente apartadas, por no decir opuestas, mantuvieron al jazz latino en constante enfoque. Hablo, por supuesto, de Poncho Sánchez y de Fort Apache Band. Nos basta con la escuela e influencia de estos dos modelos para explicar en gran parte el boom del jazz latino a partir de los ochenta. A iluminar la distancia en el espectro que existe entre estas dos grandes escuelas se han dedicado miles de acólitos.

 
  Cuando decidiste formar Jazz Mestizo, un foro de discusión en castellano sobre el jazz latino, lo anunciaste al Latin Jazz Discussion List diciendo, casi con sorpresa, que te habías dado cuenta de que podría haber suficiente gente de habla castellana interesada en esta música como para formar un grupo en español. ¿Puedes explicar este asombro?  
Ahora estudio mandarín para abrir sucursal en China. ¡Soy un apóstol del jazz latino!

Yo he vivido muy consciente de las barreras que impone el lenguaje. Hasta tercer grado, cuando empecé a tener un poco de dominio sobre el inglés, reprobaba todas mis materias. Ahora soy educador y lo sigo tomando en cuenta. En la escuela donde soy maestro de historia de séptimo y octavo grado la mayoría de mis estudiantes hablan inglés como segunda lengua.
El foro de Latin jazz es multicultural. Lo que gana con ese universalidad a veces lo pierde en participación activa de ciertos sectores, en este caso los hispano parlantes. Algo tuvo que ver en esto Anapapaya. Leía ahí un articulo y vi un enlace al grupo de latinjazz que apuntaba el inglés como idioma oficial. Esto me hizo reflexionar y preguntarme si en realidad existía allí un idioma oficial. Llegué a la conclusión de que a pesar de que los miembros del grupo celebren el multiculturalismo y la inclusión, la verdad es que hasta para suscribirse se impone un idioma oficial, o aunque fuera no oficial. De eso partió mi decisión de crear un foro donde el español fuese el idioma principal aunque no exclusivo. Está hecho con el ánimo de fomentar la discusión del jazz latino con otros matices. Cambiar de idioma implica añadir una riqueza incalculable.
Ahora estudio mandarín para abrir sucursal en China. ¡Soy un apóstol del jazz latino!

 
 

Y hablando de la lista, ¿Cómo comenzó el foro, el Latin Jazz Discussion List, y hace cuánto tiempo?

 
El foro creció como hierba mala de la noche a la mañana. Nuestra más grata sorpresa fue que los más ansiosos de participar eran los mismos músicos, ya que carecían de esa red de apoyo.

Por Octubre de 1999, mi compadre Goyo (Gregory Pappas, co-moderador de la lista) y yo dedicábamos los ratos libres al foro de usenet rec.music.afro-latin. Un día él me reclamó que no le había informado de la existencia del disco Keeper of the Flame de Mark Levine. Al contestarle le dije que nos hacia falta un foro dedicado exclusivamente a la discusión del jazz latino. Yo había hecho búsquedas en Internet varias veces sin encontrar una. Entonces decidí formarla. Goyo me dio la mano desde el principio y el foro creció como hierba mala de la noche a la mañana. Nuestra más grata sorpresa fue que los más ansiosos de participar eran los mismos músicos, ya que carecían de esa red de apoyo. Pronto se llenó aquello de celebridades. Hasta, Mark Levine, el causante del apuro es miembro activo. Otro gran aporte ha sido el que nos han dado los DJ's. Todos los DJ's más influyentes con programas de jazz latino son miembros de la lista así como también los escritores de los grandes diarios que escriben reseñas relacionadas con el jazz latino. También hay dueños y representantes de casas discográficas y hasta autores de libros académicos sobre el tema. La riqueza de talento y sabiduría que comprende nuestra membresía nos asombra diariamente.

 
 

Internet ha sido un maravilloso lugar para el encuentro de gente con intereses parecidos dispersa por el mundo. Para los "nichos", como este del Latin Jazz, es realmente ventajoso. Tú también tienes un programa de radio en la red. ¿Cómo ha sido esta experiencia para ti?

 
Cuando escuchas con el fin de seleccionar para compartir con un público aprendes a escuchar de otra manera. Es como desarrollar otro sentido.

Tal vez esa ha sido mi mayor satisfacción. Poder compartir a través de Internet la música que me alimenta a diario es un privilegio sonado. Cuando escuchas con el fin de seleccionar para compartir con un público aprendes a escuchar de otra manera. Es como desarrollar otro sentido. Quedo eternamente agradecido a todos los DJ's de la lista que con regularidad publican su playlist. He aprendido tanto de ellos. Igualmente agradezco la generosidad de tantos músicos que se han tomado la molestia de enviarme sus discos. Lo siento como una gran muestra de confianza. Me han dejado conocer que el planeta está saturado de núcleos de jazz latino. Ahora debemos eliminar la necesidad de trabajar en aislamiento. Esa es la gran tarea tanto de Latinjazz como de Jazz_Mestizo.

 
 

La cubana y la brasileña han sido las músicas que más se han internacionalizado después de su encuentro con Estados Unidos. Sin embargo hay otras músicas donde también se da ese mestizaje. ¿Cuáles piensas que son dignas de destacar?

 
Hace mucho dejé de sorprenderme de que diariamente el jazz latino sea noticia en diversas partes del planeta.

Para mi gusto, el jazz-flamenco y la música puertorriqueña. Aunque ya es posible destacar la argentina, venezolana, panameña, colombiana, mexicana, uruguaya, peruana -vaya no terminas-. Yo hago una búsqueda diaria de noticias sobre el jazz latino para ofrecérsela a los dos foros. Hace mucho dejé de sorprenderme de que diariamente el jazz latino sea noticia en diversas partes del planeta. En los grupos tenemos miembros de todas las capitales y de todos los rincones. El jazz latino llega a todos lados y de todos lados salen geniales interpretes.

 
 

El jazz latino ha tenido históricamente su epicentro en Nueva York, ¿sientes que haya otras ciudades en Estados Unidos que puedan competir con NYC? y ¿cómo se ve el panorama europeo desde Estados Unidos?

 
En la Costa Oeste hay células de mucho talento tanto en San Francisco como en Los Ángeles. En Miami como que hace falta encender la mecha, pero el talento reside también allí.

Desde luego que sí. En la Costa Oeste hay células de mucho talento tanto en San Francisco como en Los Ángeles. En Miami como que hace falta encender la mecha, pero el talento reside también allí. De repente Nueva Orleans también da señales de querer recobrar su corona. Chicago, ni se diga. Es una ciudad que está al día en todo tipo de jazz. Houston ya empieza a asomar la cabeza.
En cuanto al jazz latino se refiere es obvio que en Europa se le estima y se cuida de hacer un trabajo limpio. Cuántas bellas grabaciones nos llegan de España, Alemania, Francia, Inglaterra, y hasta ¡Croacia!

 
 

El otro día un amigo poco conocedor me pidió que le grabara una selección de jazz latino a mi gusto. Inevitablemente, aparte de lo que podría ser indiscutiblemente clasificado como tal, le grabé cosas de la época más salsosa de Eddie Palmieri, Romanza guajira de "Caravana Cubana", Me curo con rumba de "Descarga Boricua", entre otras.
Para mí es difícil, en algunos casos, saber dónde empieza el jazz latino. E inclusive, a veces, definir "jazz latino". ¿Dónde trazas la línea y cómo defines el jazz latino?

 
cuando Arturo Sandoval interpreta a Clifford Brown o Chucho Valdés a Gershwin aunque sea en un solo, deja un sabor latino innegable.

Es preferible pecar de inclusividad y no de exclusividad o purismo exagerado. Creo que se puede identificar de jazz latino si exhibe tan solo uno de varios rasgos. Puede ser latino por la instrumentación o la composición, pero para mí ni eso es articulo de necesidad. Por ejemplo cuando Arturo Sandoval interpreta a Clifford Brown o Chucho Valdés a Gershwin aunque sea en un solo, deja un sabor latino innegable. También apoyo la posición de que no es necesario ser latino para hacer buen jazz latino. De eso sobran ejemplos y casi todas las mejores agrupaciones las han integrado músicos de diversos colores y creencias.

 
 

¿Sientes que estamos todavía en un momento en que el mercado del jazz latino crece, o piensas que está tocando techo?

 
La producción de discos de jazz latino aumenta mensualmente. Todos estos índices nos hacen pensar que falta mucho para tocar el techo.

Falta mucho para tocar el techo. La inclusión de la categoría de Jazz Latino dentro de los premios Grammy está en su infancia. Los Grammy Latinos apenas van a su segunda presentación. En España se acaba de crear el premio a la mejor composición de jazz latino de la SGAE. En Cuba el premio Cubadisco empieza a premiar al mejor disco de jazz latino del año. En Internet se acaban de crear los foros dedicados a la discusión del jazz latino. Cada verano se inauguran festivales de jazz latino en diversas ciudades. Academicamente, el estudio concienzudo del tema está en su infancia. La producción de discos de jazz latino aumenta mensualmente. Todos estos índices nos hacen pensar que falta mucho para tocar el techo. ¡Ah! Y que no se olvide el estreno de Calle 54.

 
 

Como real amante del género, qué discos pondrías en una lista para alguien que desee comprarse sus primeros diez discos.

 
 

Mira, para que no haya reclamos, yo mejor les aconsejo que se compren el Diccionario de jazz latino de Nat Chediak, si les alcanza, también el Latin Jazz de John Storm Roberts. Con eso y una suscripción al foro de latinjazz y Jazz_Mestizo no se les va a pasar ni una. Prometido.

 
  Links:
Jazz Mestizo: http://groups.yahoo.com/group/Jazz_Mestizo

Latin Jazz Discussion List: http://groups.yahoo.com/group/latinjazz

Programa de radio Jazz Buffalo: http://www.jazzbuffalo.com