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Omar
Sosa |
Otros especiales |
"La
banda de Omar Sosa no ensaya" me advierte alguien antes de ir a entrevistarlo,
cosa que me confirma el músico vestido de blanco. Después
de años trabajando juntos, conociéndose, cada músico
sabe lo que tiene que hacer. Su grupo está compuesto por gente que
vive en diversas partes del mundo: San Francisco, París, Alemania,
Holanda... En su piso del Barri Gòtic de la capital catalana, escribe
actualmente la sinfonía Padres, que junto con Prietos,
de reciente lanzamiento, y Puros, el segundo de la saga contemplado
para el año que viene, completa su segunda trilogía (la primera
la integran los discos Roots, Spirits of the Roots y Bembón)
con las que propone un viaje de retorno a África. A su África.. |
Una grabación es la expresión del momento, en el caso de que sea en estudio, la esencia de ese espacio es lo que queda | "Una
grabación es la expresión del momento, en el caso de que sea
en estudio, la esencia de ese espacio es lo que queda. Por ejemplo en el
disco Bembón cuando canta Papá Roncón; o con
Rosita cuando hizo un canto tradicional de las negras esmeraldeñas
que usaban en sus viajes por el río Santiago. Era como una controversia:
se animaban una a la otra diciendo: El canalete de la Paula tiene punta
y no le ronca, y la otra le decía Por aquí pasa y no
me habla, eso a mí poco me importa. Teníamos grabada una base con una línea de Jeff, el bajista, con la que estábamos probando el tape. Salí a a escucharla y en ese momento llegan las viejas y me dicen: 'Tenemos unas cancioncitas...'. 'Arriba, mi vieja, ¿qué es lo que tiene?' le digo yo. 'Había una historia de una tradición que se ha perdido...' me cuentan y empezaron a cantar ese tema. Ahí mismo empezamos a grabar. Es decir, hay que agarrar el espíritu del momento". |
Ecuador y Bembón |
Yo tengo la dicha del Señor, de los espíritus y de los ancestros, la Ocha y los orishas, de tener un equipo de gente que hace posible que el mensaje llegue de una manera limpia, directa y clara, que es lo importante. Estos músicos van a donde quiera con el alma, al igual que yo |
En Ecuador, antes de vivir
en Estados Unidos, trabajé con Koral y Esmeralda, un grupo
de música afro ecuatoriana, y con Entre Noz, un grupo de
jazz que teníamos -el conguero era colombiano, el saxofonista,
alemán, el baterista, chileno, el bajista y el guitarrista, ecuatorianos-.
Era emocionante porque ensayábamos casi cada día de las
9 de la mañana hasta las 6 de la tarde, durante varios meses, para
tocar un día, compadre. ¡Y el día que tocamos fue
un desastre! El disco Bembón fue grabado en Ecuador. Cuando lo hicimos, al saxofonista se le perdió el pasaporte y no pudo llegar a tiempo. Nosotros no podíamos retrasar, así que comenzamos sin él. Dejamos el espacio y decíamos "Ahora hay que imaginarse el sólo de Sheldon, ¿Ok?" Por eso en ese disco no salieron demasiados. Lo incorporamos después en Estados Unidos. Lo de grabar en Ecuador no
fue un problema a pesar de todas las dificultades que hubo -aparte de
las manifestaciones por los problemas políticos que había
en ese momento en Ecuador, había entrado en erupción un
volcán cercano y los aeropuertos estaban en emergencia-. |
Transmitiendo mensajes |
De
Coltrane... de Miles... Hay mucha gente que logra tocar los solos de esa
gente, pero un solo de Coltrane es único, no se puede repetir lo
que vivió esa gente y la razón por la que soltó ese
solo. Nosotros tenemos nuestra propia realidad. Vamos a interpretarla. |
Cuando entras a trabajar con músicos como los que he trabajado en mi banda, cuando te topas con esa gente con un espectro de vivencias puedes hacer cosas buenas. Pero cuando llegas a tocar así por tocar, "que si hacemos este tema de fulano, o el otro del otro", tu dices, sí, caballero, pero tenemos una posibilidad que nos han dado el Señor, los espíritus y los ancestros de poder crear nuestro propio mensaje, que en realidad no es nuestro, es que estamos transmitiendo un mensaje que viene de otro lado. A veces es fácil agarrarse de lo que está hecho, -aunque hacerlo bien puede resultar muy difícil-. Tocar Monk como lo hacía él... yo prefiero no tocarlo. De Coltrane... de Miles... Hay mucha gente que logra tocar los solos de esa gente, pero un solo de Coltrane es único, no se puede repetir lo que vivió esa gente y la razón por la que soltó ese solo. Nosotros tenemos nuestra propia realidad. Vamos a interpretarla. En fin, cuando te topas con
músicos como los que me he topado yo en mi banda, Elliot, Will,
Geoff, Sheldon, te das cuenta que hay que ir a buscar a la gente que quiere
transmitir el mensaje que nos manda la diáspora africana. Este
es nuestro caso. El caso de Sheldon, que tiene cosas húngaras,
turcas, toda una espiritualidad. Él es así. |
África, áfricas |
No
vi tan complejo, esto de encontrar un puente entre la música del
norte de África y del resto del continente. Mucho más me costó conseguir la visa para Marruecos -mi pasaporte cubano, aunque ya no sé si soy cubano o qué cosa, hace que necesite visa hasta para ir al baño. |
Hoy estaba un cura almorzando con nosotros, amigo de mi suegra, y me decía, pero África tiene muchas tribus, y todo el mundo se está peleando. Y le contesté: "El asunto es que yo miro a África como una raíz ancestral de todos los que se han ido y han dado lo que hoy es la música. El ritmo básico. Que es más fuerte que la división de territorios que casi siempre es producto de ambiciones. Si hay algo que tiene África es que todo el mundo baila. Todo el mundo danza... el ritmo, la percusión, los tambores, tienen una fuerza vital en África". Quizá también sea yo un poco naif, un poco soñador, al tratar de buscar la diáspora africana, pero ese sueño me hace encontrar mi raíz. Muchos europeos saben que vienen de la dinastía de Luis fulanito que era el conde de no se qué. Pero los africanos, mucha gente, incluso tú quizás, fueron despojados de su árbol genealógico. Yo estoy buscando un concepto que hoy se refleja en la música, y al entrar en ese camino, doscientos años hacia atrás, llego a mi árbol genealógico. Porque los espíritus no son más que un eslabón ligado con otro y así sucesivamente. Esa es la teoría de la reencarnación. El espíritu hace que haya una personalidad que tenga paralelo con una realidad... Thelonius Monk es una persona
que me toca. Hace rato que no lo escucho pero es alguien que está
ahí. Eso pasa con esa búsqueda de África. No es buscar
tu propio yo. Es buscar esa raíz que da un árbol que da
ramas... Y yo sea quizás una célula de alguna hoja, y por
qué no tratar de llegar a esa raíz. No sé qué
es, pero la busco. No vi tan complejo, esto de
encontrar un puente entre la música del norte de África
y del resto del continente. Mucho más me costó conseguir
la visa para Marruecos -mi pasaporte cubano, aunque ya no sé si
soy cubano o qué cosa, hace que necesite visa hasta para ir al
baño. Me siento africanista que es diferente que ser africano, que tiene que ver dónde naciste. Yo soy cubano, que Cuba es uno de los hijos prodigios de África, el otro es Brasil. |
Estados Unidos en negro |
Hay conceptos nuevos como el hip hop que me parece que es bastante africano en lo que es el beat, la repetición, tratado de manera occidental. | El
jazz como género musical es en parte de África, pero tiene
mucho de occidente. De hecho la fuerza del tambor está relegada.
A los negros que llevaron a Estados Unidos les quitaron el tambor durante
la colonia y en esa medida les quitaron tradición. Hay conceptos nuevos como el hip hop que me parece que es bastante africano en lo que es el beat, la repetición, tratado de manera occidental. Sí existe África en Estados Unidos, lo que pasa es que ahí hay mucha marginación del negro. Antes ni hablar, ahora, más solapadamente. Eso hace que mucha gente vaya directo a buscar las raíces, pero otros tratan de meterse en la sociedad para ser reconocidos. Y eso es ir en otra dirección. Hay gente que sí va hacia África y eso se puede ver en ciertas realidades artísticas, la pintura, la música, pero es tan poderoso el sistema que te traga, te come vivo y te hace convertirte en uno más. Yo no estoy en contra de eso, el problema es que no se te olvide de dónde vienes. La sociedad se empeña en que lo olvides. |
Oakland |
San
Francisco es cheverísimo, pero en Oakland el contacto fue con el
pueblo, la gente de la calle, con mi vecino. Esa es una realidad más poderosa que el contacto que te da el de los músicos. |
A mí me gusta Estados Unidos. Me gusta Oakland por esa fuerza negroide que hay. Hay una tradición y mucho por hacer en plano de la raíz africanista que hay. Ahí nacieron Los Panteras Negras. Musicalmente hay cosas pasando muy interesante y más que todo underground. En las calles se siente el pueblo. San Francisco es una ciudad bella, pero tiene algo de decorado. En cambio Oakland es fuerte, y me gusta eso. Cuando salimos de Oakland nos fuimos, mi mujer y yo, a Ecuador, por asuntos familiares. Al llegar ahí me entró una depresión violentona, sobre todo porque me iba a resultar complejo organizar algo como lo que había hecho en Estados Unidos. Desde que llegué a California
yo quería vivir en San Francisco, pero no me alcanzaba el dinero,
así que nos fuimos para Oakland. Me sentía parte. San Francisco
es cheverísimo, pero en Oakland el contacto fue con el pueblo,
la gente de la calle, con mi vecino. Esa es una realidad más poderosa
que el contacto que te da el de los músicos. Porque los músicos
son gente que ya han saltado una valla. Mi vecino de Oakland era un tipo
normal de la calle; casi ni trabajaba. No sé qué hacía,
tal vez el pensaba lo mismo de mí. A veces se perdía una
temporada, y era que estaba en la cárcel. |
Latino |
Al principio me fue muy difícil encontrar afinidad en la negritud norteamericana. Y así como sentía esto con los negros, con los latinos, de donde fueran, sentías que había una unidad. |
Al principio me fue muy difícil encontrar afinidad en la negritud norteamericana. Y así como sentía esto con los negros, con los latinos, de donde fueran, sentías que había una unidad. Con los primeros que trabajé en Estados Unidos fue con cubanos. El primero fue Félix Fito Reinoso, una bella persona y que lleva a Cuba encima. Él me puso a tocar con su grupo. Ahí fui conociendo el ambiente. Había que luchar. Toqué con todo el mundo hasta La pollera colorá. A veces inventábamos cualquier cosa. Hasta nos pasó una vez que estábamos en una fiesta y el que nos había contratado nos dijo "Váyanse de aquí rápido antes de que les caiga a tiros". Un amigo loco colombiano me llamó "vente a tocar aquí, hay tanto pa'eso". Había que pagar la renta así que allá fui y la cosa salió desastrosa. A través de los grupos de salsa fui conociendo algunos músicos que además de salsa hacían otras cosas que me introdujeron a otros músicos y otras músicas. Tocábamos en mi casa y hacíamos unos jam excelentes. Nunca tocamos en público pero esa conexión me abrió... era como terapia. |
Hambre de capitalismo |
He
vivido en muchas ciudades, Camagüey, La Habana, Quito, San Francisco,
Oakland, Palma de Mallorca, Barcelona... Depende de qué ciudad, influye mucho en la música que uno hace. |
He vivido en muchas ciudades,
Camagüey, La Habana, Quito, San Francisco, Oakland, Palma de Mallorca,
Barcelona... A mí me gusta el barrio
donde vivo aquí en Barcelona. Si algo me gusta de esta ciudad,
es que es bella. No te puedo decir que he sentido algo en el plano de
raíz musical que me mueva, como lo sentí en Ecuador. Ahí
no lo pude absorber como hubiera querido porque estaba recién salido
de Cuba y tenía un hambre de capitalismo y de otro montón
de cosas que me puse a trabajar como loco y a ver algunos frutos, económicamente
hablando. Hasta me puse hacer jingles para televisión y yo me decía
"Oye, cómo da dinero esto". Por treinta segundos de música
me pagaban un montón. Y me metí de cabeza en eso, hasta
que mi mujer me dijo que escogiera entre los jingles o ella, porque me
agarró como una droga eso de los jingles. Mi deseo de no seguir en eso determinó mi salida de Ecuador. Me llamó una amiga que tenía un trabajo en Palma de Mallorca con Luis Depestre, un músico impresionante, saxofonista. Fui y ahí empezó todo. Después tuve que salir porque se me vencía la visa. No podía regresar a Ecuador, también por asuntos de visa, así que llegué a Estados Unidos, con una visa de turista. Ahí empezó mi etapa en Estados Unidos. |
Del cuero a las teclas |
La visión que tengo del piano es como 88 tambores. Incluso en esta sinfonía que estoy componiendo, en el primer movimiento, toda la visión de la orquesta es de ritmo. |
En Camagüey y La Habana yo estudié percusión clásica. Y por eso te digo, maferefun Egun, maferefun la Ocha y maferefun los espíritus. Yo me pasé al piano porque los espíritus querían. Me acuerdo de la primera cosa que me gustó en piano fue Bacalao con pan de Irakere. La visión que tengo
del piano es como 88 tambores. Incluso en esta sinfonía que estoy
componiendo, en el primer movimiento, toda la visión de la orquesta
es de ritmo. Eso es lo que he sentido yo. En Cuba siempre estuve metido
en el mundo clásico. En La Habana yo escuchaba de
todo, Earth Wind and Fire, Brecker Brothers, Kansas, Chick Corea,
Return to Forever, Herbie Hancock, escuchábamos lo que podíamos
porque eso sólo se conseguía en cassettes que traía
la gente. Por ejemplo el hijo de Dagoberto el de la Aragón,
que estudiaba conmigo, como el padre viajaba, le traía libros
de armonía contemporánea y yo me le pegaba ahí...
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La Habana underground |
Cuba
es interesante. Ha habido censura pero también cierta apertura. Aunque ha habido gente que la han metido presa y otros que han tenido que irse. Pero hay formas. Por ejemplo, con Xiomara Laugart, que es una muy famosa -llenaba teatros cuando quería, era una intérprete excepcional- hacíamos cosas en un circuito cerrado, underground, que era bien potente. |
Estuve en Angola, Etiopía
y Nicaragua en el ejercito, porque me tocó el servicio militar.
En Angola murieron más de treinta mil cubanos. A mí, afortunadamente,
no me tocó echar tiros. Cuba es interesante. Ha habido
censura pero también cierta apertura. Aunque ha habido gente que
la han metido presa y otros que han tenido que irse. Pero hay formas.
Por ejemplo, con Xiomara Laugart -llenaba teatros cuando quería,
era una intérprete excepcional- hacíamos cosas en un circuito
cerrado, underground, que era bien potente. Pero no había una compañía
de discos, no había nada. Cuando empezamos a viajar, nos empezamos
a prostituir y comenzamos a hacer música de cabaret. No me arrepiento,
porque por primera vez pude tocar mi música fuera de Cuba. |
John Santos |
Con John Santos me encontré
por casualidad. Bueno, nada es casual, las casualidades son mensajes y
mandamientos de los espíritus. Son cosas que están escritas.
Íbamos a tocar en un club en San Francisco y al percusionista,
que era Jesús Díaz, ese día le salió un trabajo
con Andy Narrell y no pudo ir. John apareció de remplazo y como
no teníamos suficientes números preparados, quien dirigía
la banda nos dice "Oye, tóquense algo ustedes dos ahí".
Pues, venga. John cogió el chekere y salió algo muy rico.
Al día siguiente nos llamamos por teléfono casi al mismo
tiempo. Él me llamó antes porque tenía que salir,
pero yo lo iba a llamar, y me dice. "Compadre, yo me quedé...
Estoy enganchado, creo que nos comunicamos rico". De ahí salió
un festival de jazz en San Mateo, California, compartiendo con orquestas
completas. Nosotros, piano y percusión, pudimos llenar, y gustar,
ese pequeño estadio. Nos sentimos muy bien. Muy cómodos.
Después vino el disco. Teníamos un toque y yo le dije a
John, mira, tengo un Dat. Vamos a grabar esto. Y salió algo bueno.
Le dije a John, "Mira, me gusta esto. ¿Quieres sacar el disco
con la compañía?" Y ahí está el disco,
Nfumbe, producido por Scott Price. Hemos seguido trabajando, aunque ahora se nos hace más complejo porque él tiene una agenda muy ocupada con lo de Machete Ensemble, y gracias a Dios me invitó a tocar en dos temas de su último disco. |
Europa |
Siento que al África estar presente en Europa con tanta fuerza, algo se va a dar. Esa gente se está mezclando con sudamericanos. En su esencia. |
Estando en Europa la carrera es un poco más interesante. Francia y Alemania se está moviendo. Europa tiene mucha cultura y hay espacio para este tipo de cosas y muchas veces presupuesto. Y, además, siento a África más cerca. Aquí se siente mucho más que en Estados Unidos. Hasta aquí en Barcelona
sientes a África aunque no es el lugar más representativo.
Yo no soy quien para determinar si Europa está más activa que Nueva York, pero es lo que siento. Yo huelo la raíz en París. En Nueva York huele también. Todo es compacto. El asunto es que ahí tal vez se pierde a veces la sensibilidad. Ahí todo el mundo tiene que ver quién es el que la pone. |
Salsa |
La salsa es ese producto y la salsa es Fania. Un tipo que olió. La tiró donde había una carencia. La música cubana ha estado ahí siempre, pero se le dio una vuelta. |
Yo sentí lo que era la salsa cuando conocí a Yuri Buenaventura. Un filósofo. Me invitó a tocar con él en un concierto que tuvo en el Olimpia. Toqué en un tema. Cuando vi su show y sentí y respiré lo que era eso, me dije: "La salsa existe, brother" y él me decía: "esto es una filosofía". No hubo peros, porque lo sentí así. Yo no hablo por los demás. Porque es verdad que la salsa tiene muchísimo de son montuno, pero es a fin de cuentas un punto de encuentro entre cubanos, puertorriqueños y otros latinos que se fueron a Nueva York y ahí se encontraron con los músicos norteamericanos y salieron todas esas cosas. La música cubana ahora
tiene muchas cosas de funk. La actual. Y Buena Vista da el palo
porque retoma los conceptos de los años cuarenta puros, lo que
fue Cuba. Es como si el espíritu de Maelo salga ahora. A mí
me parece que Puerto Rico es lo mismo que Cuba. Es lo que siento. |
Rubén, Compay, Arsenio, Lilí... |
Lo
de Buena Vista a mí me parece un paso atrás importante.
Un paso atrás que te hace reconocerte. Además de ser una oportunidad
para un montón de gente que merecía reconocimiento. Y no sólo
los que están ahí, sino también un reconocimiento a
muchos que no tuvieron la dicha de tenerlo en vida como el difunto Arsenio
Rodríguez, el difunto Lilí Martínez, el difunto Peruchín,
el difunto Chapottín, el difunto Miguelito Cuní, el difunto
Barbarito Diez, el difunto Tito Gómez. Hasta me dan ganas de llorar...
Por lógica de tiempo le tenía que tocar a Rubén. |
Monk, Miles... |
Yo
estoy de acuerdo con la afirmación de que Monk era un rumbero. La
forma en que él construía la música. Sonaba como quinteando. |
Yo estoy de acuerdo con la afirmación de que Monk era un rumbero. La forma en que él construía la música. Sonaba como quinteando. Había una cosa que iba como caminando para atrás. Algo que admiro de Monk es que siempre fue él. Fue por su camino. Alguien dijo que a Miles no le gustaba tocar con Monk porque decía que no sabía acompañar. Miles Davis tocaba una nota, pac. A veces tocaba cuatro notas en todo el concierto, pero sólo su presencia, sólo su energía hacía posible que la gente vibrara, lo que él no podía hacer personalmente si hablaba contigo. Eso le pasa a Roy Hargrove, pero cuando toca una nota, tú dices, ¡Dios santo!, pero es introvertido, y difícil. |
Piano |
Hay muchos músicos geniales que hacen música como jazz en el plano filosófico y no sólo como género musical. Desgraciadamente eso les impide casi siempre acceder a compañías grandes. |
El asunto es decir algo, más
allá de si tocaste limpio o tocaste sucio. Hay muchos músicos geniales que hacen música como jazz en el plano filosófico y no sólo como género musical. Desgraciadamente eso les impide casi siempre acceder a compañías grandes. Mis discos de piano solo es como cuando estás soñando y saltas de un sueño para otro. Es como cuando tienes hambre pero sólo te dan un vaso de agua. Y lo disfrutas. Para mí los disco de piano solo son muy introspectivos. Yo grabé Inside antes de Bembón porque me iba de Estados Unidos... |
Entrevista realizada en Barcelona, España, en diciembre de 2000 |
Datos biográficos |
Omar Sosa (Camagüey 1965) estudió en la Escuela Provincial de Música en Camagüey desde 1970 hasta 1977. Desde 1977 hasta 1983 se especializó en percusión en la Escuela Nacional de Música en La Habana y en 1984 estudió percusión en el Instituto Superior de Arte también en La Habana. Desde 1983 hasta 1985 enseña percusión para niños en la Escuela Provincial de Arte en Manzanillo y en La Habana. 1986. Funda el grupo Tributo que se mantiene activo durante dos años. Con el grupo lleva a cabo dos proyectos de grabación y se encarga de los arreglos y la orquestación. 1988. Comienza como director musical y tecladista del cantante cubano Vicente Feliú. Arregla y produce la música para el disco Arteporética de Feliú. 1990. Forma el grupo XL Talla extra con la vocalista cubana Xiomara Laugart. Le produce el disco Fé y sale en gira a México y España donde participan en las ceremonias de clausura de la Expo Sevilla '92. 1993. Se traslada a Quito, Ecuador. Forma y ejerce como director musical y tecladista del grupo de jazz fussion Entre Noz. También trabaja con la Orquesta Sinfónica Nacional de Ecuador y la Banda Sinfónica del Municipio de Quito. 1994. Pasa a ser director musical del grupo de música afroecuatoriana Koral y Esmeralda que cuenta con la cantante Carmen González. Arregla música para el grupo y produce el disco del grupo Andarale. También produce para Ricardo Williams, Leo Mass y el grupo Vino y Miel. 1995. Se une al grupo Koan Fuisión con el que toca durante seis meses en Palma de Mallorca, España. A finales de ese año se traslada a San Francisco y toca con varios grupos latinos en el área de la Bahía. 1996. Hace
su debut en solitario con el disco Omar, Omar (Price Club/Night
& Day) y actúa en el San Francisco Jazz Festival. 1997. Desarrolla
su propio grupo y graba su segundo CD, Free Roots (Price Club/Night
& Day) -en el que participan 14 músicos incluyendo varios de
los que actualmente forman su grupo- que fue seleccionado por Rémy
Kolpa Kopoul como álbum del año en Francia. Participa en
varios festivales en Estados Unidos. 1999. Lanza
su cuarto CD titulado Spirits Of The Roots (Otá Records/Night
& Day), como siguiente paso de Free Roots. El disco incluye
a más de 30 músicos donde destacan Pancho Quinto, Orestes
Vilató y la posteriormente famosa Anastacia haciendo R&B voces
en 5 tracks. 2000. Completa
la trilogía Roots, donde Sosa mezcla diversas manifestaciones
musicales y religiosas de la diáspora africana, con el CD Bembón
(Otá Records/Night & Day), grabado en Ecuador, con su habitual
grupo más invitados de lujo como John Santos, Pancho Quinto, Orestes
Vilató, María Fernanda Márquez y Guillermo Allovi
Papá Roncón, entre otros. |
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